Voluntaria: Asunción Bello de Prieto, 72 años.

«Soy parte de la Cofradia del Santísimo Sacramento del Altar desde hace más de 20 años. Hace dos años Dios me llamó a servirle como Ministro Extraordinario de la Comunión, un apostolado concreto que me ha hecho verdaderamente feliz.

Esta ha sido una experiencia maravillosa, es grande, llevar a Jesús no solo dentro de mi al comulgarle, sino también llevarlo en mis manos a otras personas que no pueden acercarse por que ya desgastados por la enfermedad o por el tiempo, no pueden moverse de sus casa.

Ciertamente al inicio sentí miedo, por no querer defraudarle, por ver que soy indigna de llevarlo en mis manos, pero estando segura que es Dios lo que llevo en mis manos, me lleva a ser mejor persona, me ha dado fortaleza en medio de tantas dificultades y me ha llenado de esperanza y paciencia conmigo misma. Me siento como un faro que no tiene sentido,si no está encendido con la luz que es Jesuscrito, a quien llevo en mis manos, y hace que quien lo coma vaya a puerto seguro.

Experimento el dolor y sufrimiento de cada enfermo y la hermosa responsabilidad de transmitirles esperanza, consuelo y el gran amor de Dios. Con el tiempo, he visto que cada uno de los enfermos cuando toco a sus puertas están bien preparados y dispuesto porque llega alguien grande e importante, reciben al Señor. La mayor alegría es escucharles decir ‘esto es algo grande, algo maravilloso’ es mi gran premio, recordando a San Juan Bautista ‘que crezca Cristo y yo disminuya’.

No soy santa, pero cuanto deseo llegar a serlo, hoy día en que se acerca la beatificación de Dr. José Gregorio Hernández veo que si se puede lograr.

Mientras Dios me lo permita yo seguiré en esta misión, e invito a cada persona, a que desde cada una de sus acciones y actividades puedan hacer presente a Dios. Que en lo pequeño y ordinario de sus vidas se deje ver lo grande y extraordinario del actuar de Dios. Y que la Virgen del Pilar les ayude a poner su vida sobre el Pilar que es Cristo. Señor ayúdanos a ser hombres y mujeres de esperanza.»